Hace unos días un propietario de finca se puso en contacto conmigo. Me pidió que le asesorara para valorar su finca a precio de mercado actual. Después de mandarme toda la documentación que le solicité con ese fin, me preguntó la forma de trabajar que yo tenía, cosa que hice.
Cuando le expliqué que, lógicamente me tenía que firmar por escrito el reconocimiento de honorarios (solo en el caso, por supuesto, de que la compra se llevara a cabo por un cliente presentado por mí, y solo en ese caso), ahí estaba reticente. Estoy comentando este caso porque no es un caso aislado si no que ya me ha pasado varias veces (afortunadamente, no muchas).
Pues como iba diciendo, me decía que cuando tuviera un cliente que quisiera la finca, no tendría ningún problema en firmar lo que sea. Yo le respondí que si yo le enseñaba la finca a un señor sin tener ese reconocimiento de honorario, el cliente podía dirigirse a él directamente puenteándome a mí. A lo que él me espetó “pues no le enseñe usted la finca”. Le respondí que si él tenía una fórmula para poder vender algo, una finca, un coche o lo que sea sin tener que enseñarlo que, por favor, me lo dijera, porque en ese caso no me tendría que firmar nada y que, además, le sugería que patentara el sistema porque podría ganar mucho dinero.
Bueno, como ven hay gente para todo. La verdad es que, si los bancos actuaran así, dando créditos sin tener que firmar nada, solo con la palabra del solicitante de devolverlo, la vida nos iría mucho mejor (a los que solicitamos los créditos, claro), y mucho peor a los bancos (sobre todo por las quiebras).
F.G.