El otro día me llamó un amigo para que le asesorara en la posibilidad de vender su finca, la cual está ubicada en el entorno de Manzanares.
Aunque ya la conocía, llevaba 20 años sin ir y, la verdad, me quedé gratamente sorprendido de la cantidad de caza menor salvaje que había. Perdices, conejos, liebres, torcaces, zorzales.
Me refiero a perdiz salvaje. No de bote. No echada para reforzar.
Es increíble cómo puede haber tanta caza menor teniendo, a su vez, una mancha impresionante, de monte pardo, de las que denominamos los monteros una “mancha guarrera”.
En los tiempos que estamos es una gozada encontrar zonas como Manzanares que, todavía, conservan la caza salvaje.
Y la finca de mi amigo es de las pocas que puede presumir de ser de caza mayor y menor.
Caza menor de la de verdad. Finca rústica en Manzanares
F.G.